sábado, 8 de marzo de 2008

Invectivas escritas de un tirón


Me tienen podrido los dueños del mundo, aquellos que creen que han sido elegidos para que todos los demás les rindan homenajes y tributo, el imperio lo merece, por algo son imperio.

Me tienen podrido los que se llenan la boca y los bolsillos hablando de la globalización y la democracia, actúan en nombre de éstas, pero no democratizan ni la riqueza ni el poder.

Me tienen podrido los que se comen ese discurso y dicen nosotros no pensamos así, pero así son las cosas, esas son las reglas de juego. En definitiva, les avergüenza reconocer que les encanta que las cosas sean así.

Me tienen podrido aquellos maestros que sólo laburan por el sueldo. Hay un poco de reactivación, vayan a probar suerte a otro lado. Las cabezas de los pibes no son dados.

Me tienen podrido aquellos maestros que creen que los alumnos les deben algo. Con todo lo que les doy... me deshago explicando y ellos en la pavada... no reconocen lo que uno hace por ellos...

Me tienen podrido los políticos que creen que merecen el bronce por traer una mercader del canto, a la que -si mañana factura mejor Iorio- no le costará nada ponerse a vocalizar una octava más abajo.

Me tienen podrido los que creen -y se ponen a pontificar quiéraselos o no escuchar- que la juventud está perdida, que todo tiempo pasado fue mejor, que no hay nada que hacer salvo cuidar la propia quintita de la corrupción imperante. Muchas veces se trata de gente que treinta o cuarenta años atrás compartía los pastelitos calientes con sus vecinos, hoy lo mejor que pueden hacer es hablar de qué hacen, qué viven, qué sufren los mismos vecinos. Pero sólo el mundo cambió, ellos pareciera que no...

Me tiene podrido Ratzinger y la ideología que representa. Me tienen podrido los reproductores vernáculos de esa ideología, asesinos de teologías populares y de muchas otras cosas.

Me tienen podrido los que miden a la gente por sus éxitos o sus fracasos. Los que aprendieron la lección de los medios de que hay ciertas formas de vestir, de conducirse en la vida, de establecer relaciones, incluso ciertas formas físicas que hablan bien de una persona.
Todos los demás quedamos afuera...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

wowwww!
impresionante!
este tipo de textos es casi vicioso. más leemos más recordamos, y cuando más recordamos más queremos decir.

te acompaño el sentimiento, mi amigo!

abrazos!!

Anónimo dijo...

me tiene podrido todo, pero llega un momento que todod me toca tanto el lado mas blanco de mi cuerpo (donde no da el sol) que hasta deja de molestarme; del odio paso al absurdo interior y la nube de alienación única; me importa todo un cuerno o me molesta hasta el respiro del vecino; ¿cosa rara no?
para esos casos no hay como un libro de Cortázar para cortar la mufa...
abrazos!